Hoy el Señor te enseña, como es su costumbre, con ejemplos y te invita a que ores en espíritu y en verdad y sobre todo a que PERSEVERES en tu oración. Sigue agarrado del Señor y no te sueltes, pídele pero pídele con fé. Sobre todo recuerda que Orar no es sólo hablar con Dios, es también escucharle.
Primera Lectura: Éxodo 17, 8 - 13
Salmo 120
Segunda Lectura: 2 Timoteo 3, 14 - 4,2
Evangelio: Lucas 18, 1-8.
En aquél tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: ´´Hazme justicia frente a mi adversario.``
Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: ´´Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara.``»
Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»
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